Homenaje al compañero fallecido Pablo Riesnik Por Rafael Santos


El debut partidario de Pablo se dio en el transcurso de gran irrupción de la clase obrera y el estudiantado en 1969, que planteó la caída de la dictadura de Onganía y el inicio de un ascenso revolucionario en el país.
Pablo se incorporó con otros dos compañeros (Graciela Molle y otra compañera) el 15 de agosto de 1969 al círculo de Política Obrera de la Facultad de Económicas de la UBA.
Pero su actividad militante había comenzado meses antes.
El 15 de mayo había sido asesinado por la policía, en Corrientes, Juan José Cabral, un estudiante que se había movilizado con la Federación Universitaria (Fune) para resistir el cierre del comedor universitario y su privatización por la dictadura, la que quería recortar gastos atacando conquistas del estudiantado.
Esta lucha, que fue apoyada por el pueblo de la ciudad de Corrientes contra la represión policial, fue uno de los antecedentes directos de lo que serían dos semanas más tarde, el 29 de mayo, las jornadas del Cordobazo.
La muerte de Cabral produjo una ola de movilizaciones universitarias. Un paro nacional universitario de repudio fue impulsado en Económicas por un grupo de estudiantes entre los que estaba Pablo. Adhirió un profesor, Blas Alberti, dirigente del Partido Socialista de Izquierda Nacional (PSIN, de Abelardo Ramos. Este profesor firmó en el libro de asistencia su adhesión al paro universitario. Por eso fue sancionado por las autoridades dictatoriales de la UBA. Este grupo de estudiantes se reunió clandestinamente y decidió sacar un volante (mimeografiado), planteando la solidaridad con el profesor y con la lucha estudiantil contra la dictadura. El volante fue ingresado clandestinamente en la facultad a temprana hora y colocado uno por uno sobre los pupitres de las aulas.
Semanas más tarde, Pablo, Graciela y la otra compañera independiente anunciaron su incorporación a Política Obrera, la organización que luego se transformó en el Partido Obrero.
Rieznik contó numerosas veces el diálogo que tuvo con quien sería su primer responsable político, para terminar de definir su ingreso en el PO. Le preguntó para cuándo se consideraba que iba a estallar la revolución en Argentina. Y el compañero le respondió: "En julio del año que viene". Esta anécdota, que Pablo no desperdiciaba oportunidad para contarla y a la que asignaba especial relevancia, ilustra los sentimientos, esperanzas y convicciones revolucionarias que animaban a la juventud que se sumaba a la construcción de un partido revolucionario y que veía las perspectivas políticas que se abrían en esos tumultuosos años. Económicas pasó a convertirse en un gran semillero de jóvenes revolucionarios, y Pablo fue uno de los principales animadores en la puesta en pie de la Unión de Juventudes por el Socialismo, de cuya dirección nacional formó parte en el año 1972, en un congreso de más de mil jóvenes en la recientemente inaugurada Facultad de Arquitectura en la Ciudad Universitaria.

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