LAS CONSECUENCIAS DEL “NIÑO COSTERO”
Perú: ¿desastre natural o crimen social?
Los muertos, heridos, desaparecidos y damnificados que ahora lamentamos no son una consecuencia inevitable del desastre “natural”, como nos lo pretenden hacer creer los políticos del establishment y los medios de comunicación.
Cada día que pasa la situación se hace más difícil en las regiones que sufren las lluvias, huaycos e inundaciones que hacen parte del fenómeno climático denominado “niño costero”. Según los últimos reportes del Centro de Operaciones de Emergencia Nacional COEN, el número de muertos se habría elevado a 90, mientras que existirían 20 desaparecidos y 374 heridos. A estas dramáticas cifras se suman los 120,899 damnificados y las más de 742,101 personas afectadas.
Los muertos, heridos, desaparecidos y damnificados que ahora lamentamos no son una consecuencia inevitable del desastre “natural”, como nos lo pretenden hacer creer los políticos del establishment y los medios de comunicación.
Existen responsables de carne y hueso que están detrás de estos sucesos y estos son los capitalistas que condenan al pueblo y a los trabajadores a la pobreza y a una vivienda precaria. A esa razón se debe que en las grandes ciudades como Lima o Piura - que desde la década del 60 fueron depositarias de las oleadas migratorias que le cambiaron el rostro al Perú - tengamos hoy a miles de personas condenadas a vivir en condiciones de hacinamiento en las orillas de los ríos, en antiguos causes de quebradas o en laderas inapropiadas para la vivienda. Este abandono estructural del Estado los convierte así en potenciales víctimas de inundaciones, temblores y de otros fenómenos de la naturaleza.
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